Más de 200 raciones de garbanzos balineses con espinacas y huevo ha sido el plato elaborado esta tarde por algunos miembros de la sección ASIMA Jóvenes, coordinados por el chef Gonzalo Ribot.
Para ello han podido contar con la cesión de la cocina industrial de La Alacena de Mallorca (ubicada en el Polígono Can Valero), empresa asociada a ASIMA y los productos han sido adquiridos en Sánchez Alimentación y Moyà Saus, ambas empresas también asociadas a ASIMA.
Esta acción solidaria se enmarca entre los ejes principales de ASIMA Jóvenes, “viendo la creciente demanda que hay en los comedores sociales desde hace meses provocada por la pandemia, queríamos aportar nuestro granito de arena”, destacan.
El pasado 28 de diciembre cocinaron unas lentejas con todos sus aderezos, guiados por la chef mallorquina María Salinas, y en febrero cocinarán un día más contando con la colaboración de otro chef mallorquín.
Gonzalo Ribot, madrileño afincado en Mallorca, trabaja en la actualidad como chef privado y organizador de eventos en foodandfriends. “Es una evidencia que la hostelería lo estamos pasando mal: la pandemia, la falta de turistas y la demonización de nuestra actividad nos ha llevado a una situación límite. Pero, a pesar de todo ello, aunque la situación es límite, siempre hay alguien que lo está pasando peor que tu”, destaca. En cuanto recibió la llamada para cocinar junto a los jóvenes de ASIMA y para el comedor Zaqueo, “no lo dudé un instante”, afirma.
“Sé cocinar y sé sonreír. Y si juntamos ambas cosas podemos hacer que mucha más gente, por una tarde, tenga algo que llevarse a la boca, con sabor, cocinado con cariño con generosidad, entre jóvenes empresarios y amigos”, comenta Gonzalo. “Si tras el cocinado conseguimos arrancar una sonrisa, yo me siento contento. Si, además, el plato que preparamos les trae recuerdos (es un plato muy tradicional con un toque de especias muy personal) lo devoran, les alimenta y les proporciona calor, habremos conseguido nuestra meta”, concluye.