Destila por los cuatro costados la Mallorca que le vio nacer en 1943. Se formó en los Teatinos y estudió Gimnástica, actualmente Educación Física, fruto de una pasión que todavía conserva y que le lleva a practicar deporte a diario. Empezó su andadura laboral en una firma farmacéutica, pero sus continuos viajes y estar fuera de casa, le llevaron a marcar una nueva hoja de ruta que se inició con la fundación de Ángel Nocturno a finales de la década de los 70.
Su pasión por el fútbol le planteó un primer reto apasionante, el de ser seleccionador de fútbol juvenil. La disciplina y constancia que adquirió con el deporte la incorporó al mundo del trabajo. Conserva sus ganas por tomar caminos que le permitan sentirse bien consigo mismo, así como sus ganas de participar en las decisiones de la empresa.
Son muchos los hitos que han marcado su aventura empresarial desde 1978. Si Ángel Nocturno salió al mercado al detectar una necesidad de servicios nocturnos domésticos, pronto observaron que las 24 horas abiertos los 365 días del año iba a ser una nueva oportunidad para posicionarse como auténticos “ayudantes” de la sociedad balear. Es en 1981 cuando echa a andar angel24. “Éramos los únicos en Baleares que proporcionábamos este servicio y pronto nos dimos cuenta de que teníamos que crear también la mensajería y el transporte urgente”, explica un risueño Bartomeu Riera.
Una de las piezas claves que dan vida a angel24 es la pasión. “Hacer cada día algo diferente”, se convierte en un registro clave de su disco duro cuando pone un pie en el suelo cada día e inicia su sesión de deporte. “Es lo que hago todos los días, pienso en el día anterior, en todo lo que hemos experimentado y cómo se puede mejorar. Y aquí entenderá mi responsabilidad con la empresa. Es la actitud para avanzar con éxito”, explica Bartomeu Riera, quien participa en todas las decisiones importantes de la organización. Confiesa que su hobby es “entrar por la puerta de las instalaciones de Can Valero, y ver cómo aún su presencia y la toma de decisiones es un plus para el equipo. Esta es mi verdadera pasión”. “¡Mira que he intentado hasta ir a jugar al golf y me gusta navegar, pero como venir aquí no hay nada! ¡Es lo que más me motiva!”, asegura.
La década de los 90 también marcó un nuevo objetivo en su hoja de ruta. Fueron cofundadores de MRW: “Fue nuestra primera incursión tanto a nivel nacional como internacional con otros colaboradores”.
Pero, como buen observador que siempre ha sido, “es una constante que no me gusta perder”, se dio cuenta que la sociedad estaba demandando servicios de call center profesional. En el 2001, lo pusieron en marcha. El grupo angel24 también cuenta con especialización en logística, servicios de custodia documental, procesos de digitalización y destrucción confidencial de documentos, servicios auxiliares administrativos y selección de recursos humanos, entre otras actividades. Un completo portfolio de servicios de outsourcing dirigido a empresas y profesionales.
Hoy, las oficinas del grupo se ubican en el polígono Can Valero, después de haber pasado por Son Castelló. A Bartomeu Riera le gustan los polígonos, pero quiere llamar la atención para que todos los empresarios se conciencien aún más en el cuidado del entorno. “Hace más de 50 años que se construyeron y son ya unas zonas maduras. Algunas partes están bastante obsoletas y entre todos, (ASIMA ya trabaja en ello), tenemos que valorar la posibilidad de vivir una transformación”. “Hay también graves problemas de aparcamiento y se deben buscar alternativas para allanar el camino”, dice.
Sin duda alguna, el gran fuerte de angel24 y el espíritu de este “particular entrenador” es ofrecer confianza y soluciones. “No hay que olvidar, según el fundador de angel24, que las empresas deben dedicarse a su esencia, a su core, y que hay algunos servicios que se pueden externalizar y es aquí donde nosotros tenemos que aportar soluciones a sus necesidades y expectativas con una gran accesibilidad, atención y contacto personal”.
El grupo de angel24 cuenta hoy con una plantilla de 400 personas y factura alrededor de 25 millones de euros.
Para llegar hasta aquí y conseguir este éxito empresarial, Bartomeu Riera ha contado con un gran equipo de colaboradores y un excelente y vital apoyo que decidió darle la mano y fundar este grupo, su mujer María Rosa Amengual. Una jugadora de baloncesto en la que “encontró siempre una gran amiga, respaldo, apoyo y fuerza para tomar las decisiones que siempre estaban consensuadas al 50 por ciento cada uno”.
Relevo generacional
Si en algo confía es en el relevo generacional. Aunque no tuvo hijos, sí 11 sobrinos, algunos de los cuales trabajan en el Grupo, y espera que tomen las riendas el día en que se retire. Miembro de la Asociación Balear de Empresa Familiar y del Instituto de Empresa Familiar, se erige como un ferviente defensor de la empresa familiar. Es tajante en su respuesta: “la empresa familiar es la que mayores posibilidades de creatividad concita y se ve enriquecida por la participación de la familia. Además, personalmente, pienso que tiene un punto de sentimentalismo ver cómo la empresa crece y queda en manos de personas mejor formadas y que le pueden dar un plus de valor”.
Desea dar un mensaje claro a los políticos y Administraciones Públicas y lanza un guante en contra de políticas “intervencionistas”. “Hay en determinados momentos que el mercado empuja, demanda una serie de servicios, y ninguna decisión política debería pararlo. Aunque la regulación debe existir, soy contrario a las políticas intervencionistas que dificultan el nacimiento de ideas y proyectos que quieren florecer”.
Nunca ha pensado en tirar la toalla. “¿Qué es eso?”, dice con ironía. “Soy una persona que admira a muchos empresarios y me encanta estudiar su historia para aprender de ellos, de sus procesos de toma de decisiones y de las circunstancias que se dieron para tomar un camino u otro en un momento determinado”. Piensa, sinceramente, que “el empresario cada vez está más valorado”. Siempre repite la misma fórmula mágica a sus colaboradores, “en cada decisión puede haber un elemento de mejora y de aprendizaje y está claro hemos tenido que cambiar de dirección en muchas ocasiones para tomar una deriva diferente”, pero como buen amante del mar, “siempre debe prevalecer la obsesión del patrón por buscar el mejor tiempo posible”.
En su diccionario empresarial también aparece la palabra integración, no sólo para “integrar nuevos proyectos o nichos de mercado” en el desarrollo empresarial de angel24, sino también para “facilitar la incorporación al mercado de trabajo de personas con discapacidad, personas con dificultades de acceso al mundo laboral que desean romper fronteras y que acaban convirtiéndose en profesionales “especialmente capacitados”, tal y como nos gusta decir de las personas que forman parte del centro especial de empleo de angel24”.